Una de las primeras cosas que aprende un aspirante a Chef es a clarificar la mantequilla. Quizá porque es un proceso necesario para elaborar recetas tan básicas como la clásica Salsa Holandesa, fundamental en la alta cocina francesa. Y es que la mantequilla clarificada, conocida también por el nombre de ghee, tiene ciertas características muy valoradas por los expertos en cocina.

El proceso de clarificación es, básicamente, un proceso de purificación a través del cual la mantequilla pierde tres componentes: la proteína animal –caseína-, el azúcar de la leche –lactosa- ambos dañinos para la salud, y el agua o suero de la leche. A través de un calentamiento gradual en el que estos elementos se separan y se retiran, se obtiene el aceite puro de la mantequilla, con un característico sabor a nuez y un color ámbar que le ha merecido el nombre de Oro Líquido.

Esta purificación da como resultado un producto más saludable que la mantequilla completa, que ha sido reconocido tanto por la medicina Ayurvédica como la occidental, por ser una de las siete grasas saludables que el cuerpo necesita; hoy se sabe que las grasas saturadas, como el ghee, no sólo no elevan los niveles de colesterol, sino que incluso previenen patologías cardíacas por su contenido de ácido linoleico que limpia las arterias del “colesterol malo”. Por otro lado, se vuelve una grasa fácil de digerir, apta para intolerantes a la lactosa que puede utilizarse para hornear, saltear e incluso freír porque su punto de humeo asciende incluso hasta 205ºC.

Uno de los efectos positivos de esta purificación, es que se convierte en un conservador natural, pues al no contener proteína animal y ser una grasa purificada, no se descompone fácilmente; de hecho, en Nepal y la India el ghee va tomando mayor valor conforme pasan los años y se dice que sus propiedades terapéuticas van haciéndose más potentes con el tiempo. Esto es, a diferencia de otros aceites, el ghee no se arrancia fácilmente por lo que es muy buena alternativa para la repostería y panadería, pues conserva su delicado sabor por más tiempo y exalta los sabores de los demás ingredientes.

He ahí la explicación a la intensidad de los sabores que caracteriza a la línea de Pecados Untables de Tornazul Seducción Culinaria. La base de estos siete pecados es el ghee, que potencializa el sabor de las hierbas y especias que se utilizan para su preparación. Así, por ejemplo, al probar una tapa con Secreto de albahaca y cardamomo, tienes la sensación de estar probando una hoja de albahaca recién cortada del jardín; o puedes sentir  con toda claridad la presencia de la nuez de Chihuahua en un segundo momento cuando pruebas la Lujuria de queso azul y nuez.

Esta línea de mantequillas clarificadas de sabores te permite ser muy creativo en tus recetas de pan y repostería, pues es un ingrediente que ya pasó por un largo y dedicado proceso de purificación, conservando sólo lo mejor de la mantequilla, su incomparable sabor, condimentado con siete distintas propuestas que, por sus altos estándares de calidad, dotarán a tus creaciones de un toque gourmet inigualable en cuestión de segundos.

Cocina como un Chef con la Línea de Pecados Untables Tornazul:  Envidia de trufa; Tentación de perejil y ajo; Lujuria de queso azul y nuez; Secreto de albahaca y cardamomo; Caricia de miel trufada; Tabú de mazapán; Perdición de caramelo marino o el Pecado Original, nuestro nuevo ghee natural.

Estos ghees ponen el pecado en la mesa, tú ¡pon las manos en la masa!

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