Piel Estrellada
Lilyán de la Vega
Cada vez que me extravío en tu cuerpo, embebida de ti,
y recreo tu silueta que se vuelve oleaje,
se estremece tu piel estrellada.
Allí, al norte de tus muslos, habita mi estrella solitaria,
la que lleva mi nombre y me guía por tu cuerpo
hasta todas las demás constelaciones de color almendrado.
A menudo me topo con la triada que remata tu hombro izquierdo,
justo por debajo de su línea,
como una invitación a unir los puntos para dibujarte.
Me guía también el conjunto de estrellas
que se esconde a la sombra de tus lunas.
Parece que vuela tu horizonte como un cometa a la deriva.
Sólo que tu piel se me vuelve infinito por tu espalda,
territorio que reclama un mapa a pinceladas de tinta salada.
La recorro y descubro que tu universo no es sólo infinito,
sino también musical y felino. ¿Sabes de otro instrumento tan flexible?
Escalera de ti que baja al cielo; firmamento de piel que me cobija;
playa de soles y estrellas fugaces. Mantente aquí, a mi lado,
junto a mi piel de mar que se vuelve tu oleaje.